Atención, pregunta: ¿has dedicado hoy cinco minutos a pensar en ti? Llega la noche, el final de la jornada después del trabajo y muchas veces nos encontramos entrando en la cama, dejando un día atrás sin habernos dedicado unos momentos de tiempo, a nosotros y a nuestro cuidado.

En los últimos años, hemos visto cómo el mundo de la belleza ha ido acumulando más y más adeptas y adeptos. Gracias a las redes sociales cada vez son más las personas que comparten sus rutinas de cuidado de la piel, sus trucos y productos esenciales. Porque si hay un truco para atajar cualquier problema de flacidez, mancha o arruga, esa es la prevención.
Dedicarnos 10 minutos al día, sea por la mañana o por la noche, a cuidar de nuestro cuerpo y nuestra cara es clave para evitar el envejecimiento prematuro de la piel. Y en este sentido, el yoga facial puede ser nuestro mejor aliado.
Así lo dicen estudios como el llevado a cabo por la Universidad de Northwestern, que publicado en la revista JAMA Dermatology afirma que una rutina diaria de yoga facial de 30 minutos mejoró la apariencia física de mujeres entre los 40 y los 65 años.
En el mismo camino, la voz de expertos como la dermatóloga estadounidense Doris Day hablan de resultados, conseguir una piel más joven y unas mejillas inferiores y superiores más llenas y firmes, si se siguen este tipo de técnicas.
Hablamos de yoga facial cuando hacemos referencia a una serie de ejercicios, técnicas, estiramientos y masajes que se realizan sobre el rostro con el objetivo de mejorar la tonicidad de los músculos que cubren la cara, reducir las líneas de expresión y pequeñas arrugas de la piel, así como reducir la hinchazón general y mejorar la circulación de la sangre.
Entre los beneficios del yoga facial podemos encontrar:
Los ejercicios de yoga facial están focalizados en prevenir la flacidez de la piel y mejorar su tonicidad, que vamos perdiendo con el paso de los años. Una piel más tersa y firme conseguida a través de estas técnicas, por consiguiente, será una piel más joven.
Cuando dedicamos diez minutos al día a mejorar la flexibilidad y la tonicidad de los músculos que cubren nuestro rostro, obtenemos una piel más tersa, fuerte y ejercitada, por lo que conseguiremos que se afinen rasgos como la mandíbula o los pómulos.
Uno de los beneficios principales del yoga facial también incluye una piel más oxigenada. Cuando esto ocurre, la circulación de la sangre mejora, se descongestionan las bolsas y se mantiene la hidratación del rostro, imprescindible para una piel sana y radiante.
Una piel con buena circulación es una piel despierta. Durante el yoga facial, la sangre que recorre nuestras venas se encarga de eliminar las toxinas de la piel y retirar los desechos de los nutrientes.

Cuando presentamos una frente lisa y sin arrugas, transmitimos directamente una sensación de paz y tranquilidad. Por el contrario, una frente arrugada y con el entrecejo marcado dará una imagen de preocupación y desasosiego.
¿Qué podemos hacer para mejorar este aspecto de la parte superior de nuestro rostro?
Sigue los siguientes ejercicios de yoga facial:
- Coloca las yemas de los dedos en el medio de la frente, deslizando delicadamente hacia afuera desde el centro. Repetimos el ejercicio con una respiración constante durante un minuto.
- Con la parte inferior de la palma de la mano situada por encima del entrecejo, deslizamos presionando suavemente hacia arriba para evitar las líneas de expresión horizontales. Repetimos durante un minuto.
- Situamos los dedos índice y corazón de la mano derecha sobre el comienzo del entrecejo, presionando suavemente a medida que subimos hacia la frente al mismo tiempo que aumenta la apertura entre los dedos. Repetimos durante un minuto.

El cuello es la parte del rostro que muestra antes que cualquier otra el envejecimiento, por ello es tan importante trabajar en él con ciertos ejercicios para mantenerlo terso y fuerte.
- “Equis, A». Pronunciamos exageradamente la letra Equis y mantenemos “en tensión” el cuello estirado durante unos segundos. Para liberar esta tensión, pronunciaremos la letra A. Repetimos durante un minuto.
- Colocamos un puño por debajo de nuestro mentón y con nuestra lengua tocamos la punta del paladar, estirando y contrayendo este músculo mientras notamos la presión que se construye entre el cuello y el mentón. Repetimos durante dos minutos.

Mejora la apariencia de tu mirada y consigue un aspecto más juvenil aplicando las siguientes técnicas.
- Con los dedos índice y corazón de cada mano, colocamos el dedo índice entre el párpado superior y la ceja y estiramos hacia arriba mientras el dedo corazón se coloca bajo el párpado inferior para hacer presión hacia abajo. Sonreímos y notamos la tensión que se acumula en los músculos durante unos segundos al inhalar, y nos relajamos al exhalar. Repetimos durante un minuto.
- Utilizamos los dedos índice y pulgar para enmarcar la ceja y vamos pellizcando desde el inicio de la ceja hacia la parte externa. Repetimos durante un minuto.
- La técnica conocida como “el tornado”, que consiste en dar vueltas con la lengua alrededor de tus labios con la boca cerrada, te ayudará a suavizar los pliegues nasolabiales y las arrugas que rodean la boca. Repetimos durante un minuto.
Si te preocupa que el aspecto juvenil de tu cara se vea ensombrecido por las arrugas que rodean la boca, en la zona conocida como el surco nasogeniano, puedes llevar a cabo los siguientes ejercicios:
- Con la boca cerrada, mantenemos inflada una de las dos mejillas y vamos trasladando el aire del interior entre las dos. Repetimos durante un minuto.
Ahora es tu turno: descubre los beneficios del yoga facial en tus propias carnes y atrévete a darle una oportunidad a este movimiento que está triunfando en todo el mundo. Déjate ayudar por los productos de Clarel y ponte día a día en el lugar que te corresponde.